5/20/2012

Barba Azul

                                                                       Para Ángel Luís



24-Septiembre.
            Mi profesor es Barba Azul, lo sé desde el primer día que vino, lo vi desde la ventana de clase y bajé hasta la entrada del colegio corriendo. Andaba como él, casi podía escuchar el roce de los brocados y el manto por el suelo, casi el ruido de sus espuelas, y habla como Barba Azul, le oí con el director, tan despacio, no puede pronunciar bien. Es él.
            Le han hecho tutor de mi clase, llegó con ese andar señorial que tiene, serio, con su barba y sus ojos oscuros. Es exacto al retrato del libro de la abuela. Encontré el libro en una caja de cosas inservibles de ella, iban a tirarlo, era muy viejo ¡Mi libro de Barba Azul! Lo he releído cien veces y aún más desde que él ha venido, incluso huele a él, mi libro tiene el perfume del señor. Nunca podré saber quien le regaló el libro o de donde lo sacó, ahora ya no. Algunas veces me mira cuando explica, he descubierto su secreto y creo que lo sospecha, me mira como preguntándome. Sí, te conozco, sé que eres él.

5-Octubre.
            Ayer le escuché reírse, es la risa de Barba Azul, como dice el libro, estentórea, sonora, fuerte. Es la risa de un poderoso.

12-Octubre.
            A veces me inquieta, me explica las cosas que no sé igual que a las demás, pero yo descubro detrás de su mirada afable, otra terrible, le he sorprendido en ocasiones mirando algo de esa manera, después la cambia en un instante y vuelve a parecer normal. Tengo que ser muy fuerte, tengo que dominar el miedo.

20-Diciembre.
            Me invitó a su casa y me dio limonada. Me encanta como la ha adornado, tiene muchos libros y cuadros de caza. Me regaló una foto de un pueblo con un castillo, allí nació él. Después escuchamos música antigua en dos sillones, él mío era un poco grande. Le veía a él enfrente, tenía los ojos cerrados, había encendido la chimenea y las llamas se reflejaban en su cara, hacía una mueca graciosa al escuchar. Era el señor en su palacio, ¡tan fuerte!
            Casi me llama Blanca, se le escapó la primera sílaba pero lo corrigió enseguida. Yo me parezco a ella, no me había dado cuenta hasta ahora, la Blanca del cuento tiene mis ojos y mis labios, en estos días aún me parezco más, noto que estoy cambiando.

4-Febrero.
            Mis amigas dicen que es muy guapo, sé que algunas están enamoradas de él, como Victoria o Ana. Para ellas sólo es un profesor, no conocen nada, no saben mirar detrás de su mirada, si lo vieran enfadado se llenarían de terror, yo conozco sus enfados, los he leído muchas veces, yo sé que no olvida, que no perdona, que es inflexible. Sé que no puedo cometer ninguna falta, sé que en su venganza no habrá piedad. Le temo pero me siento atraída hacia él. He leído su vida durante tanto tiempo y ahora él existe, vive cerca de mí.




15-Marzo.
            He vuelto a leer el libro de Barba Azul. Las otras niñas decían que el libro me apasionaba demasiado, que era un cuento para niñas pequeñas, pero yo comprendía, yo imaginaba la angustia de Blanca rezando en el campanario, me estremecía cada vez que él le gritaba -¡Baja o subo a buscarte!- yo estaba en la boda, miraba a los invitados, yo pecaba igual que Blanca por curiosidad, temblaba con ella cuando bajaba a los sótanos del castillo, a los lugares prohibidos… Y ahora Barba Azul existe, está aquí.

31-Marzo.
            He vencido al miedo, anoche llegué hasta su casa, en las sombras, esperé vigilando, le miraba, no sé, no aguardaba nada concreto, me bastaba saber que estaba allí, que era él, que no fingía.
            Empieza la curiosidad a dominarme, estoy cambiando, le miro los apuntes de clase cuando no me ve, los papeles, las llaves. Sé que es Barba Azul, pero me gustaría encontrar una prueba.

9-Abril.
            ¡Qué extraño cuando habla dulcemente! Quisiera que se mostrase como es, espero su furia contenida, su cólera. Mi abuela era demasiado buena y demasiado vieja.

2-Mayo.
            Noto que ocurre algo, hablan de mí, me miran con curiosidad, los profesores y las monjas. Estoy nerviosa, no pueden haber descubierto el diario. No sé lo que pasa.

8-Mayo.
            ¡Ha ocurrido! ¡Tengo un padre! Barba Azul me ha adoptado. Y ahora yo seré por fin Blanca, como la Blanca del cuento. Ya no escribiré más, ahora viviré.




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