VAR AL IV
La niebla fue ampliando la imagen y fue apareciendo un cuerpo desnudo. En la piel del cuerpo musculado se veían numerosos tatuajes… empezaron a escapárseme las lágrimas… creíamos que nos estaba mostrando un futuro ineludible pero de pronto, al seguir mirando aquel cuerpo pude por fin respirar.
-¡Var no eres tú! ¡Var no eres tú! No son tus tatuajes, son distintos, no están los más antiguos y no reconozco ninguno. ¡No puedes ser tú!
Var miró hacia la imagen y por bastante tiempo estuvo estudiándola, no podía llegar a ninguna otra conclusión aunque lo que veíamos era completamente irracional.
-¿Tenías un hermano gemelo? ¿Cuando entraste en la orden?
-Apenas lo recuerdo… tendría cuatro o cinco años… no creo que tuviera un gemelo, a la fuerza debería acordarme de él… aunque apenas tengo recuerdos de mi familia… mi madre abrazándome por última vez, …es como una foto, un grupo pequeño diciéndome adiós… pero no… no lo creo…
Le pasé el pulgar bajo sus ojos, aún estaban húmedos. Y después besé allí donde le había secado las lágrimas, besé sus párpados…
-Sólo puede haber dos posibilidades, o tienes un hermano gemelo o te clonaron, quien sabe cuándo o dónde. Quizás cuando te eligió la orden, o quizás una vez dentro.
De pronto el rostro de la niebla se estremeció y nos miró. ¿Podía ser cierto? ¿Tendría capacidad para vernos? Parecía que sí. Por un momento pareció convulsionar, y el cuerpo de Var empezó a repetir las convulsiones, como un espejo. Noté cómo había entrado en su mente, pude notarlo perfectamente, mostrando incomprensión. Le preguntó por qué yo no estaba muerta. Var Al reaccionó increíblemente rápido y hábil, le dijo que había encontrado un lugar donde la Fuerza podría hacerle el sith más poderoso que había existido nunca, que yo no importaba, que era un instrumento para canalizar la Fuerza, que ese rito era necesario. De forman sorprendente le creyó. Y le tentó. Var supo que ofrecerle ese poder le nublaría la mente. Por alguna extraña razón, la conexión entre los dos, de pronto, era más sólida, más profunda que conmigo. Aunque a mí sí me llegaban de forma tenue las sensaciones de esa copia de él. Era un clon. La ambición, el poder le dominaban y quería ese poder sólo para él.
Var siguió en comunicación, gracias a los conocimientos adquiridos le convenció de su subordinación, de que el ofrecimiento de ese poder a él era sincero, que se conformaría con ser un lugarteniente. Tras un poco se cortó la comunicación.
Var me miró.
-Viene hacia aquí. Está montándose en su nave. No está lejos.
Mentalmente le dije que siguiera con esa estrategia. El clon no debía saber cuáles eran sus verdaderos pensamientos.
Estábamos exhaustos, nos quedamos tumbados sobre la losa, calculo que una hora hasta que Var percibió cómo la nave estaba bajando y se quedaba junto a la de él. Var bajó y se vistió. Pocos segundos más tarde su copia entraba desde el pasadizo
-Desobedeciste. Era una orden
-Necesitaba a mi maestra para que la la Fuerza pudiera traspasarme. No vale nada, la destruiré después, cuando hayamos terminado. Pero… puede que no, empiezo a ver en ella un sometimiento completo, creo que querrá venir con nosotros cuando termine el rito. No debe preocuparte. Podremos controlarla.
Ahora debes probarlo tú.
Yo aún seguía sobre la losa, desnuda, se acercó, dejó sus ropas jedi en el suelo y se subió. Se colocó de rodillas encima de mi, quería desviar la mirada pero sus rasgos la atrapaban y estuve estudiando su cara. Era idéntico aunque había una malignidad en sus ojos que no se podía ignorar.
-¡Vamos! Repite el rito. ¿A qué estás esperando?
Toqué su cuerpo y respingó. Era posible que por mucho tiempo no había sentido el contacto de una mano humana, quizás nunca. La Fuerza que ascendía desde la losa empezó a aumentar ligeramente. Teníamos una intuición de que debíamos hacer exactamente eso… pero en absoluto sabíamos qué iba a pasar.
Toqué su pene, aún no tenía consistencia, creo que todo le resultaba nuevo y en cierto sentido, molesto, ajeno.
Var le dijo mentalmente que intercambiáramos la posición. Se quedó tendido y yo me puse de rodillas entre sus piernas.
Para mí tampoco era fácil concentrarme en el sexo y practicarlo con él… de pronto estaba seca, sin deseo, sin motivación… era idéntico a Var, sin embargo sus gestos, sus arrugas mostraban crueldad, superioridad, indiferencia y desprecio hacia mí. Dudé… no iba a ser capaz…. Var me entendió con claridad… se acercó.
El clon estaba colérico y mentalmente vertía su incomprensión y su enfado en la mente de Var Al.
Se subió a la losa y de rodillas pegado a nosotros, comenzó a besarme, miré hacia sus ojos y encontré el rostro que conocía, su dulzura, su deseo, su cariño… reinició mi cuerpo. De alguna manera esas sensaciones entre los dos motivaron al clon y su miembro comenzó a endurecerse en mi mano. A pesar de sus sentimientos y su enfado, no podía sustraerse a la naturaleza, como cualquier ser humano. A través de la conexión entre los dos, creo que sentía por primera vez el deseo hacia alguien.
Var bajó a mis pezones y mi cuerpo entonces recobró todo el estímulo, comencé a mojarme entre las piernas del clon, que no entendía, pero estaba disfrutando de los movimientos rítmicos de mi mano.
Tras un tiempo me coloqué más arriba para penetrarme, sólo me acerqué un poco mientras Var seguía besándome y deslizando la lengua por mi cuello. Me acerqué únicamente lo suficiente para poder hacerlo sin tocar su cara, sus brazos o cualquier otra parte de él.
La fuerza que se había ido acrecentando un poco lentamente, se encendió, volvimos a ver la niebla iluminada alrededor nuestro. Mientras el pene del clon vibraba dentro, me estremecí en una contracción parecida a un orgasmo, Var Al y el clon parecieron sentirlo. Sorprendió al clon, parecía que nunca había experimentado el placer, aunque intentaba ocultarlo.
La Fuerza fluía a través de la losa y nos traspasaba, como antes. No quería mirarle y desviaba la vista, pero como si existiera una fuerza gravitatoria, giraba de nuevo la cara y contemplaba sus rasgos, maravillándome de cómo los dos eran idénticos y tan diferentes, su rostro a veces también me miraba. De pronto en sus ojos hubo un sobresalto, percibí a través de la conexión mental con Var que algo no iba bien, algo estaba ocurriendo dentro de él. En su piel observé como manchas grisáceas que aparecían en distintos sitios y crecían mientras se volvían más oscuras. Lo observaba sin reaccionar. Var sí lo hizo, tiró de mi y me quité de encima, nos quedamos observando a un lado, mientras la mente del clon entendía que la Fuerza lo estaba destruyendo a una gran velocidad.
Var percibía en él el miedo y el fin, sintió compasión y le cogió la mano.
-Lo siento. Hubiera querido transformarte, ayudarte a abandonar el odio y enseñarte la felicidad de la bondad, de ayudar. Te crearon de mí, sin yo saberlo nunca. Lo siento. Espero que te transformes en una energía pura o quizás te reencarnes, quizás en otro jedi…
El cuerpo del clon empezó a desintegrarse y volverse polvo que ascendía de la losa, lo ultimo en disolverse fueron sus ojos verdes. En los últimos instantes percibimos un tenue sentimiento de comprensión y agradecimiento, tras lo cual desapareció por completo, incluso el polvo se micronizó ascendiendo y desapareció antes de tocar el techo de la cueva. Nos quedamos inmóviles por tiempo, intentando asimilar todo lo que había ocurrido allí.
La vuelta a Coruscant unos días más tarde motivó una gran expectación en el Consejo. Teníamos que explicar qué había ocurrido con Var, los motivos de su marcha, mi desaparición más tarde… y la gran cantidad de información que habíamos conseguido.
Pidió hacer las pruebas para alcanzar el grado de maestro y se fijó la fecha para el mes siguiente. Le prepararon unas pruebas duras, conociendo lo que había sucedido, su huída, su acercamiento a los siths, lo que había aprendido en los distintos templos, no querían que para él supusiesen un paseo cómodo y se esforzaron para que demostrara tanto su capacidad como su lealtad o su convencimiento sobre la vida que había elegido y que emprendería en cuanto terminaran.
Aún así el resultado de ellas fue muy notable y el Consejo le nombró maestro con gran satisfacción. Como todos los nuevos maestros y maestras, le enviaron a pasar un mes sobreviviendo solo en el mundo helado de Hoth. Después del eso vino con gran energía a intentar olvidar aquel frío abominable en los brazos de bastantes maestras. No podía evitar que yo percibiera los encuentros y su placer, así como él percibía mis sonrisas. Tampoco yo podía evitar que sintiera mis encuentros con otros maestros. Mientras dure nuestra conexión mental, estaremos duplicando nuestros momentos de sexo y placer. No está mal. A los dos nos gusta sentirlo en la distancia y no siempre como convidado de piedra, hemos aprendido a percibir los labios del otro, uniéndose, resulta realmente excitante.
Nuestra conexión mental sigue bastante estable, aunque intentamos no usar la telepatía para comunicarnos, algo que nos obligaría a más explicaciones. Además es bueno darnos espacio, reservar un poco de intimidad y sentir la soledad, dejando al otro que también la sienta, con el convencimiento de que estará bien, cumpliendo las misiones que nos encarguen.
A mí me han asignado una nueva padawan, una adolescente muy brillante y muy respondona, me recuerda a veces a él y también a mí hace muchos años. Quiere avanzar muy rápido como casi todos los jóvenes padawans. Tengo que esforzarme en no reír ni sonreír cuando se enfada pero será una buena maestra a su debido tiempo, tiene por delante bastantes años de entrenamiento.
Pronto Var Al también tendrá un alumno a su cargo. Este es el camino, esta es la vida que hemos elegido.
Sólo nos hemos guardado un secreto más. Un propósito que nos hemos comprometido a cumplir.
Nos encontraremos al menos una vez por año en el templo jedi de túneles que se bifurcan.
Octubre 2025
